El beso es el acto de tocar algo con los labios, generalmente a otra persona. Algunos primates presentan también esta costumbre.
El beso se utiliza de diferentes maneras, ya sea para manifestar aprecio, amor, deseo o, bien, como un simple saludo en varios países, sobre todo europeos, sin olvidar que en Francia se ha puesto de moda dar cuatro besos como un saludo habitual; recientemente, esa tendencia ha sido adoptada por los homosexuales, poniendo de moda el saludo de mejilla tipo francés.
Etimológicamente ósculo proviene del latín osculum (boquita), de ahí viene "beso", derivado de os, oris. Y la verdad es que no hay edad para iniciarse en las "artes de los labios" y mucho menos lugares, ni momentos, o ¿no es lindo un beso-sorpresa?
Al beso también se le atribuyen ciertos poderes mágicos relacionados con la transmisión de energía y satisfacción, aunque lo cierto es que para dar un beso se tiene que hacer una inversión de calorías, las suficientes para mover 15 músculos o más del rostro, más otra parte de los corporales.
Habrá quien diga que su primera vez fue rara, incierta, además de inesperada, posiblemente a causa de un arrebato, pero también habrá quienes digan que su primer beso ya estaba contemplado y sólo se requería de tiempo. Cualquiera que sea la situación, le podemos atribuir ciertos poderes: algunos ligados al bienestar en dos líneas (el "provocador" y el "depositario"), dependiendo del tipo e intensidad
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