- LIDERAZGO: Tener capacidad para manejar y dirigir un grupo y al mismo tiempo controlar el entorno que lo rodea.
- VOCACION: Tiene que gustarle el “oficio”, aunque esto es válido para desarrollar con éxito cualquier profesión que se elija.
- AUTOCONTROL: Para afrontar con serenidad y sosiego situaciones complicadas que van a presentar a lo largo de la competición en las que el entrenador por el puesto que ocupa debe ser el primero en mantener la calma.
- MOTIVADOR: Ha de saber motivar a sus jugadores para que desarrollen todo su potencial deportivo aplicando para ello los métodos mas adecuados.
- PSICOLOGO: Tiene que conocer las diferentes personalidades de cada jugador para saber tratarlos a nivel individual. En deportes de equipo no sólo hay que estudiar la psicología del grupo en su conjunto, también hay que preocuparse de las individualidades ya que cada futbolista es diferente y hay que saber tratarlos según su forma de ser. Los hay de todas clases, tímidos, conflictivos, inseguros, vagos, indisciplinados etc….
- ORGANIZADOR: Hay que tener capacidad para saber planificar y organizar el trabajo y llevarlo a la practica de una forma metódica y controlada.
- AMBICIOSO: El entrenador ha de aspirar siempre a lo máximo. Y no conformarse con éxitos parciales cuando se pueden conseguir metas superiores.
- DECIDIDO: Hay que atreverse en cada momento a tomar las decisiones más convenientes para el equipo aunque estas no sean en esos momentos las más populares ó más del agrado del equipo, directiva, afición etc….
- EXTROVERTIDO: Para entusiasmarse con su trabajo y saber contagiar ese entusiasmo a sus futbolistas.
- RECEPTIVO: Saber escuchar y aceptar criticas constructivas para corregir posibles errores. El entrenador no debe de creer nunca que lo sabe todo ó que siempre está en posesión de la verdad, aunque al final es “siempre quien tiene la última palabra a la hora de tomar decisiones que solamente son de su competencia”.
- CARISMATICO: Que los futbolistas a los que dirige tengan plena confianza en él y en su trabajo y que lo valoren por su capacidad y prestigio.
- RECEPTIVO: Para saber aceptar la crítica constructiva que se le haga y rectificar cuando toma decisiones equivocadas ó cometa errores. El entrenador no debe de creerse en posesión de la verdad y pensar que siempre tiene razón. Debe de saber escuchar otras opiniones aunque al final tenga la última palabra en lo relacionado a las funciones que solamente son de su exclusiva competencia y de nadie más.
- PERSEVERANTE: Para “creer” el trabajo que realiza. Ser constante en sus planteamientos cuando está convencido de ellos y que el camino trazado es el más conveniente aunque a veces los resultados digan lo contrario.
- FIRME: Saber en todo momento el “terreno” que pisa y mostrar la firmeza necesaria en su forma de dirigir al equipo y no demostrar en ningún momento la inseguridad propia del que a veces no sabe por donde anda.
- COMUNICADOR: Para saber transmitir sus conocimientos. No basta con ser un experto en la materia, hay que saber hacer llegar eses conocimiento a su destinatario. Hay exfútbolistas, por ejemplo, que habiendo sido grandes figuras ó excelentes profesionales en el terreno de juego, cuando se convierten en entrenadores no saben hacer llegar a sus discípulos lo que ellos sabían desarrollar estupendamente en la practica cuando estaban en activo.
Para comunicar no solamente se debe de emplear la palabra, también se utilizan gestos, miradas, movimientos de manos, la forma de hablar, buscando un lenguaje que se entienda y que conecte con la persona a la que se le está transmitiendo algo. Hay que saber dar tranquilidad cuando hace falta, bajar el tono de voz ó subirlo según las necesidades del momento. En definitiva, lo que se transmite tiene que ofrecerle seguridad al jugador para conseguir el objetivo marcado, convicción en el sistema de juego empleado y credibilidad para saber que la dirección elegida es la correcta para conseguir el objetivo establecido.
- EXIGENTE: Nunca hay que dejar que el futbolista se “acomode”. Es necesario exigirle al máximo de sus posibilidades, aunque tampoco se le puede pedir más de lo que puede dar.
El entrenador debe de mostrar siempre vigor a la hora de realizar su trabajo, que ningún futbolista actúe con desgana ó se muestre excesivamente conformistas y mucho menos que eso y otros aspectos negativos como pueden ser el pesimismo ó el desanimo los contagie al resto del equipo, ahí es donde el entrenador debe de mostrar su fuerza como director del grupo.
- OBSERVADOR: Ser consciente de todo lo que le rodea. Saber ver lo que sucede no sólo dentro del equipo, también alrededor de él. Sacar continuamente conclusiones de todo lo que observa, de sus jugadores, del equipo contrario, de otros entrenadores etc….
- PROFESIONAL: Tanto a la hora de entrenar como en el momento de dirigir al equipo en los partidos, el entrenador debe de tenerlo todo “controlado”, hasta el más mínimo detalle. No dejar nada a la improvisación demostrando en todo momento su total profesionalidad.
Un entrenador tiene que saber manejar siempre todos los mecanismos de su profesión y tener los recursos suficientes para desenvolverse en situaciones comprometidas.
-PREPARACION: El entrenador necesita todo un “ arsenal de conocimientos”. Debe de estar plenamente actualizado. Como se suele decir “estar al día”. Siempre pendiente de todas las novedades que se produzcan en el desarrollo de su actividad. Ha de estar continuamente reciclándose e incrementando sus conocimientos, por eso es fundamental su capacidad para “aprender y mejorar”.Debe de examinar y leer todo aquel material que en forma de libros, revistas especializadas, artículos, trabajos, informes, dossier, etc… caiga en sus manos y que considere interesante, También ha de moverse por esa fuente inagotable de documentación que es Internet y visionar igualmente material en otro tipo de formatos como video, DVD, CD.Rom etc….Procurará asistir a charlas, clínic, seminarios, reuniones, jornadas, congresos y otros eventos relacionados con su actividad para incrementar sus conocimientos y realizar siempre que pueda cursos de perfeccionamiento y actualización para estar a la altura de las cada vez mayores exigencia que demanda su trabajo.
MISIONES DEL ENTRENADOR.
- Fijar los objetivos a cumplir por el equipo.
- Planificar y dirigir las sesiones de entrenamiento.
- Establecer unas normas de comportamiento para el grupo y saber aplicar las sanciones correspondientes cuando estas se incumplan.
- Premiar siempre las acciones positivas que vayan encaminadas a beneficiar al equipo.
- Saber sacarle a la plantilla todo el rendimiento que es capaz de dar, tanto a nivel individual como colectivo.
- Colocar a cada jugador en el puesto que pueda rendir más y también saber adaptarlo con arreglo a sus condiciones individuales a otras demarcaciones donde pueda aportar un buen trabajo en beneficio del equipo.
- Elegir a los “mejores” jugadores para cada partido y eso no quiere decir que los “mejores” sean siempre los más dotados técnicamente, sino los que en ante la inminencia de un partido están en un momento óptimo de forma para hacer los más rentable posible su aportación al equipo.
- Entrenar tanto a nivel colectivo como individual, ya que a veces solamente se realiza un trabajo especifico con los porteros y también existen otras demarcaciones que son susceptibles de mejora si se trabajan de forma individualizada ó en pequeños grupos.
- Conseguir que los entrenamiento sean “reales”, es decir, lo más parecido a los partidos y para eso las sesiones de trabajo han de tener unos niveles de intensidad y exigencia mínimos. Hay una frase muy conocida en el fútbol y que es absolutamente cierta que dice: “Se juega como se entrena”.
- Estar con el equipo tanto cuando se gana como cuando no. Si se pierde es cuando más hay que apoyar al futbolista, animándole y enseñándole a asumir las derrotas para que sepa procesarlas y sacar conclusiones de ellas que le sirvan de ayuda para los siguientes partidos.
- No dejar nunca que el mal comportamiento de un futbolista pueda desestabilizar al grupo.
- Saber manejar y dirigir al equipo tanto a nivel individual como colectivo en los entrenamientos y en los partidos por igual. Si se entrena bien pero se dirige mal no vale y viceversa tampoco.
- Saber controlar el exceso de “euforia” cuando los buenos resultados se producen de forma continuada. Hay que saber preparar al equipo para cuando la derrota aparezca por que tarde ó temprano llega.
- Es muy importante trabajar con los futbolistas el aspecto de la “concentración” tanto en los entrenamientos como en los partidos. Muchas veces el jugador se distrae charlando con el compañero durante una sesión de entrenamiento ó durante un partido se preocupa más de lo que el público le dice que de la misión que debe de realizar en el terreno de juego. Estos aspectos y otros semejantes han de tenerlos muy en cuenta el entrenador para lograr que el futbolista esté plenamente concentrado en su trabajo y evite todo tipo de distracciones que perjudiquen la labor que ha de realizar.
- Conseguir una total implicación de los futbolistas en el trabajo que se realiza. Que nadie se encuentre al margen del equipo. Hay que inculcarles a todos los jugadores la “idea de grupo”, la importancia de la palabra “equipo” y todo lo que significa. Que todos tengan muy claro que el los objetivos que se establecen sólo se pueden conseguir con las suma de los esfuerzos de todos los componentes de la plantilla y que si hay
alguien que no asume sus responsabilidades ó se “esconde” a la hora de dar lo mejor que lleva dentro, a parte de perjudicarse a si mismo, también perjudica a sus compañeros que es mucho peor.
El jugador tiene que saber siempre que el equipo es “su mejor compañero”, el que en todo momento está ahí para apoyarlo, el que nunca le va a fallar por que es el compañero más fuerte (su fuerza viene dada por la suma del esfuerzo colectivo), por lo tanto el futbolista ha de ser reciproco con el equipo y aportar todo lo que lleva dentro en beneficio del bien común.
- Antes de los partidos hay que ser lo suficientemente previsor para tener alternativas disponibles a determinadas situaciones que se pueden plantear durante el desarrollo del juego:
* Cambios por lesiones, sanciones, bajo rendimiento etc…
* Variantes ó cambios en el sistema de juego utilizado
* Situaciones diversas, ejemplo, quedarse sin portero y tener que utilizar un
jugador de campo…..
* Otras posibles.
- Disponer de la información más detallada posible de la plantilla. Datos completos de los jugadores , físicos, técnicos, psicológicos etc…..
- Información sobre los equipos contrarios. Todo aquello que se pueda considerar necesario para utilizarlo en la planificación y planteamiento de los partidos a disputar.
CONSIDERACIONES FINALES.
- El entrenador, sobre todo a nivel profesional depende de los “resultados”, por lo tanto, salvo en casos excepcionales ha de procurar planificar siempre a corto plazo por que desgraciadamente no va a tener demasiado tiempo para que su trabajo sea efectivo.
- A parte de los conocimientos que continuamente ha de adquirir, la labor del entrenador se apoya mucho en la observación y la experiencia y eso bien canalizado redundará positivamente en el ejercicio de su profesión.
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