14 de enero de 2009

BIONEUMATICOS


La utilización de algas verdes, como sustituto de la sílice amorfa usada en la fabricación de neumáticos, no es ya sólo un experimento de laboratorio, en el que se haya contrastado su resistencia y propiedades, sino que la empresa italiana Pirelli, promotora de esta investigación, se ha quedado con la patente, aunque todavía no tiene prevista su comercialización.


Félix Carrasco (Burgos, norte de España, 1960), catedrático de Ingeniería Química de la Universidad española de Gerona, explicó en una entrevista con Efe que el principal problema para poner en el mercado unos "bioneumáticos que crecen en el mar" es convencer a los usuarios de su fiabilidad, algo ya demostrado en los laboratorios del Trellborg Wheell Systems de Tívoli (Italia). Allí, el equipo dirigido por Carrasco realizó con este nuevo material las pruebas estándar habituales en los cauchos que se utilizan en la fabricación de neumáticos sobre densidad, dureza, resistencia al rasgado, atracción, viscosidad o calentamiento, entre otras mediciones, y contrastaron que en todos los parámetros mantenían sus propiedades según las normativas de seguridad."


La paradoja es que cuando hay un nuevo proceso, aunque sea seguro y eficaz, cuesta que salga adelante porque se produce un impacto social al tener que cambiar ciertos hábitos de los consumidores", asegura el investigador.


Carrasco confía en que Pirelli se decida a su comercialización, aunque primero cree será necesario un estudio y una campaña dirigida a informar a los potenciales clientes de las ventajas económicas y medioambientales de este tipo de bioneumáticos más sostenibles.Las algas, un recurso natural y renovable -recalca el ingeniero- contienen polisacáridos, que permiten sustituir la sílice amorfa, con el beneficio añadido de que es una materia prima sin coste alguno, mientras que la sílice cuesta 1,06 euros por kilo.


Se trataría de recoger las algas, dejarlas secar y molerlas hasta un diámetro de 200 micrómetros, ya que es fundamental que el polvo obtenido sea fino para asegurar su dispersión en el biocaucho.El proceso no requiere desde el punto de vista técnico ninguna modificación de las instalaciones de producción existentes y además supondría un ahorro del 10 por ciento en la producción de la biogoma, a lo que se añadiría la reducción de costos energéticos derivados del proceso industrial.


El alga se utiliza como material de refuerzo, es decir, no sustituye la totalidad de la sílice, sino entre un diez y un veinte por ciento, porcentajes en los que se comprueba que este material no compromete las propiedades mecánicas del caucho.Además de la patente, los resultados de esta investigación se han publicado en dos revistas, una de ámbito nacional, Ingeniería Química, y otra de ámbito internacional, Journal of Applied Polymer Science.
El desarrollo de una industria de algas marinas
en el estado de Tamaulipas.

La idea general de esta propuesta de investigación y desarrollo es crear los lineamientos iniciales para el desarrollo de una industria de algas marinas en el estado de Tamaulipas, a través del uso sostenible de los recursos naturales locales y la construcción de capacidades para el fortalecimiento y empoderamiento de las comunidades de pescadores a través de la instalación y operación de granjas marinas.
Para la puesta en marcha de esta iniciativa es necesaria la implementación de programas de investigación aplicada y participativa que permitan ampliar el conocimiento de los recursos algales para su aprovechamiento sustentable. Igualmente, se requiere articular un trabajo interdisciplinario y de re-ingeniería dentro de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde se involucren y participen investigadores, docentes, personal técnico y estudiantes de los programas de Biología, Química, Nutrición, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Agronomía, Ciencias Ambientales y Sociología, en cooperación con organizaciones no gubernamentales, entidades públicas y empresas privadas.
En términos generales, esta propuesta incluye un estudio de bioprospección y valoración de los recursos algales de la región, con particular énfasis en la Laguna Madre y zonas adyacentes de la costa Tamaulipeca.
La utilización de las algas marinas es una industria multimillonaria y está basada en la producción de carragenina, agar y alginatos. Los productos derivados de las algas marinas que más han influenciado esta industria son los ficocoloides o gomas marinas, debido a sus propiedades como gelificantes, de retención de agua y su habilidad para emulsificar (Renn, 1997). Sin embargo, en los últimos años, las firmas farmacéuticas han encaminado sus esfuerzos en el desarrollo de nuevos fármacos a partir de diversos compuestos y extractos algales que han mostrado actividades biológicas diversas, lo que es corroborado por Ireland et al (1993), quien afirma que las algas son la fuente de cerca del 35% de los nuevos químicos de origen marino, seguido por las esponjas (29%) y los corales (22%).

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